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Demencia y envejecimiento cerebral en perros y gatos

Escrito por Sjoerd |

Con los años aparecen achaques, también en nuestros compañeros de cuatro patas. Oyen un poco peor, ya no ven tan bien como antes, están más rígidos o surgen otras molestias. Al igual que en las personas, los animales pueden sufrir un deterioro mental al envejecer. A menudo es un proceso gradual. Empieza con cambios de conducta leves que con el tiempo van empeorando. En personas se habla de demencia, en animales la denominación oficial es el Síndrome de Disfunción Cognitiva (SDC).

Demencia y envejecimiento cerebral en perros y gatos

Síntomas

Los síntomas del SDC varían, pero suelen parecerse a los que se observan en personas con demencia. Se notan sobre todo en perros y menos en gatos. Probablemente porque los gatos, por naturaleza, duermen más y pasan más tiempo fuera de la vista del propietario. Los perros suelen tener un vínculo más estrecho con su dueño y, además, han aprendido muchos comportamientos y órdenes a lo largo de su vida. Por eso llama la atención cuando el perro empieza a olvidar cosas que antes hacía de forma automática.

Perros y gatos pueden mostrar desorientación. Ya no saben dónde están o deambulan por la casa. También ocurre que algunos perros olvidan dónde viven y, tras el paseo, pasan de largo su casa. Un síntoma típico es que el perro olvida hacia qué lado se abre una puerta y se queda esperando en el lado de las bisagras.

Al igual que en las personas, en los animales con demencia aparece pérdida de memoria y una menor capacidad de aprendizaje. Órdenes que antes ejecutaban bien, de repente se olvidan. Enseñar algo nuevo a tu perro se vuelve más difícil y lento, a veces ni siquiera es posible.

El ritmo día-noche suele alterarse. Donde el perro o el gato antes estaba activo de día y dormía de noche, con demencia esto a menudo se invierte. De repente pueden merodear por la casa por la noche y aullar o maullar de forma lastimera.

Los animales con demencia pueden comportarse de forma diferente hacia su dueño u otros animales. A veces aumenta el interés por el contacto social, pero también puede disminuir. Puede ocurrir que los convivientes sean saludados con menos entusiasmo.

Los perros con demencia pueden volverse sucios en casa, como si olvidaran su educación higiénica. Los gatos pueden tener dificultades para encontrar el arenero. Tanto perros como gatos pueden orinar y defecar en casa de forma consciente, incluso justo después de un paseo.

Debido a la demencia, un animal puede mostrar más miedo, agresividad o inquietud. Los perros pueden ladrar más, incluso en momentos poco apropiados. A veces aparece ansiedad por separación o miedo, por ejemplo a los fuegos artificiales, que antes no existía.

Diagnóstico

Debido a la variedad de signos, el diagnóstico es difícil. En personas puede establecerse a partir de la historia clínica, antecedentes familiares y exploración. Durante esta, se realizan pruebas en las que se evalúa la memoria mediante preguntas y pequeñas tareas. En animales, el diagnóstico a menudo se basa en descartar otras causas físicas, ya que no podemos preguntar a un perro si recuerda qué comió ayer.

Por eso es importante que, primero, tu animal sea examinado para detectar otras enfermedades o dolencias. El dolor o una enfermedad que haga que el animal se sienta mal también pueden causar cambios de comportamiento.

Tratamiento

No existe una terapia curativa para la demencia en perros y gatos. Sin embargo, el deterioro mental puede ralentizarse mediante distintas medidas.

Para empezar, es clave la comprensión por parte del propietario. Si entiendes qué le ocurre a tu perro o gato, podrás tenerlo más en cuenta. La regularidad es importante para un animal con demencia. Pasea a tu perro a horas fijas y ofrece la comida a tu mascota en horarios constantes. Recompensa el comportamiento deseado y deja de utilizar cualquier forma de castigo. Esto aumenta el estrés y, a menudo, el perro ya no comprende qué ha hecho mal. Mantén a tu perro activo físicamente. Esto favorece la condición, la circulación y estimula la actividad cerebral. Además, ayuda a que esté más cansado durante el día y, con suerte, duerma mejor por la noche. La gimnasia mental también ayuda a frenar la aparición de signos de demencia. Puedes intentar enseñar nuevas órdenes o hacer pequeños ejercicios con tu perro. Los juguetes de estimulación mental pueden ayudar a mantener activo el cerebro de tu perro o gato.

Para reducir el estrés se pueden usar productos de feromonas. Adaptil para el perro y Feliway para el gato. Las feromonas tienen un efecto calmante y esto puede ayudar a aportar tranquilidad en una situación confusa.

Alimentación

Hill’s ha desarrollado una comida específica para perros con cambios de comportamiento asociados a la demencia: b/d Ageing & Alertness. La comida contiene una mezcla especial de antioxidantes y verduras para contrarrestar los signos de envejecimiento cerebral y los cambios de comportamiento relacionados con la edad. Además, ayuda a mejorar la capacidad de aprendizaje de los perros mayores.

Suplementos nutricionales

Además de estas medidas, pueden administrarse varios suplementos que apoyan el cerebro. Las investigaciones han demostrado que los antioxidantes, los ácidos grasos omega-3 y ciertos aminoácidos pueden tener un efecto positivo en animales con signos de demencia.

Antioxidantes

Como los radicales libres desempeñan un papel en la aparición de la demencia en perros y gatos, un suplemento con antioxidantes puede ayudar a mejorar la función cerebral. Un ejemplo es Aktivait para el perro y para el gato. Además de antioxidantes, los suplementos también contienen ácidos grasos omega-3.

Ácidos grasos omega-3

Los ácidos grasos omega-3 se transforman en el organismo en diversas sustancias beneficiosas, como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). El DHA protege frente a los radicales libres, cuya acumulación en el cerebro se considera una de las posibles causas de la demencia.

Colina

La colina es un nutriente semi-esencial que puede utilizarse de forma segura y con resultados rápidos en la disfunción cognitiva. «Semi-esencial» significa que un organismo sano puede producir colina en cantidad suficiente. Para ello, sin embargo, se necesitan ciertos aminoácidos esenciales. Cuando estos se aportan en poca cantidad con la comida, pero sobre todo cuando, como consecuencia de la edad, se absorben de forma insuficiente, puede producirse un déficit de colina que derive en problemas de cognición.

La colina es una de las pocas sustancias orgánicas capaces de atravesar la barrera hematoencefálica. Es imprescindible para la producción del neurotransmisor acetilcolina. Este neurotransmisor es muy importante para el cerebro, ya que garantiza una transmisión nerviosa saludable. La investigación en humanos ha demostrado que los pacientes con Alzheimer presentan un nivel de acetilcolina muy reducido. En animales que muestran signos de demencia incipiente, administrar una dosis alta de colina puede frenar este proceso y, en muchos casos, mejorar considerablemente su estado.

Cholodin es un ejemplo de suplemento para perros y gatos que contiene una dosis alta de colina. Además, contiene fosfatidilcolina, un componente importante de las membranas celulares, y el aminoácido esencial metionina. También contiene inositol, una sustancia similar a las vitaminas que tiene un efecto calmante y, además, un efecto beneficioso sobre la presión arterial. Varios estudios clínicos han demostrado los efectos positivos de Cholodin sobre los síntomas más frecuentes de demencia y la experiencia demuestra que la suplementación con colina a menudo genera resultados especialmente rápidos tanto en perros como en gatos.