Desparasitación para Perros
La desparasitación forma parte del cuidado básico de tu perro. Al hacerlo de manera regular, ayudas a mantenerlo sano y a prevenir enfermedades.
La desparasitación forma parte del cuidado básico de tu perro. Al hacerlo de manera regular, ayudas a mantenerlo sano y a prevenir enfermedades.
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Existen varios tipos de parásitos intestinales que pueden afectar a tu perro: lombrices redondas, anquilostomas, tricocéfalos, tenias, gusanos pulmonares y gusanos del corazón. Los perros pueden infectarse de distintas maneras: al ingerir huevos o larvas del entorno, al comer presas, a través de la leche materna o incluso en el útero (en el caso de los cachorros). Las infecciones por tenias, en cambio, siempre se producen a través de un huésped intermedio, como pulgas o roedores. Los huevos de tricocéfalos y anquilostomas se ingieren del suelo, mientras que el gusano del corazón (Dirofilaria) se transmite por picaduras de mosquitos. Este último es poco común en el norte, pero frecuente en el sur de Europa, por lo que hay que tenerlo en cuenta si viajas con tu perro.
El tratamiento contra el gusano pulmonar en perros es especialmente importante.
Los gusanos pueden causar diversos síntomas, según el tipo y la gravedad de la infección. Las infecciones leves pueden pasar desapercibidas, como ocurre con las lombrices o tenias. En otros casos se observan pérdida de peso, pelaje apagado, picor anal o diarrea leve. Los cachorros con lombrices suelen presentar el característico “vientre abultado”. Las infecciones más graves, como las causadas por anquilostomas o tricocéfalos, pueden provocar diarrea con sangre, anemia y adelgazamiento. Los gusanos del corazón afectan al sistema cardiovascular, causando tos, dificultad respiratoria y fatiga.
Además de evitar estos problemas, la desparasitación también es importante para tu propia salud. Las infecciones por lombrices (y, en menor grado, anquilostomas) pueden transmitirse a las personas, especialmente a los niños, al jugar en la hierba o en la arena contaminada.
Existen diferentes tipos de antiparasitarios. Los más comunes son los comprimidos, como Endogard Plus tabletas antiparasitarias. También hay opciones en formato snack o masticable. Los productos de Virbac son conocidos por su facilidad de uso.
Además de los comprimidos, puedes optar por una pasta o una jeringa dosificadora. La elección depende de varios factores:
Se recomienda desparasitar a los cachorros a las 2, 4, 6 y 8 semanas de edad, luego cada mes hasta los 6 meses. A partir de entonces, los perros adultos deben desparasitarse 4 veces al año. Los huevos de gusanos no son visibles a simple vista en las heces, y solo pueden observarse gusanos muertos tras el tratamiento. Las tenias, sin embargo, pueden verse como pequeños “granos de arroz” en las heces o el pelaje. Si tienes dudas, consulta a tu veterinario para realizar un análisis de heces.
El momento exacto no es crítico, ya que tu perro puede infectarse en cualquier estación. Se recomienda hacerlo unas dos semanas antes de la vacunación anual, para que el sistema inmunitario responda mejor a la vacuna.
Además de desparasitar, puedes reducir el riesgo de infección recogiendo las heces de tu perro, cubriendo las cajas de arena y lavándote bien las manos. También es importante mantener un buen control de pulgas para evitar infecciones por tenias.
Existen productos naturales de prevención que mejoran el equilibrio intestinal y crean un ambiente desfavorable para los parásitos. Contribuyen además a una buena salud digestiva. Consulta la categoría desparasitación natural para más información. Ten en cuenta que estos productos son preventivos y no eliminan los gusanos existentes, por lo que se recomienda alternarlos con tratamientos antiparasitarios regulares o análisis de heces veterinarios.
Algunas razas (con el defecto genético MDR1) son sensibles a ciertos ingredientes activos de los antiparasitarios. Si tienes dudas, consulta a tu veterinario en veterinario@medpets.es.
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