EPI, insuficiencia pancreática exocrina
En esta afección hay poca o ninguna secreción externa, lo que compromete gravemente la digestión. La EPI se observa con frecuencia en el Pastor Alemán y causa los siguientes signos: adelgazamiento a pesar de buen apetito, beber y orinar mucho, heces crónicamente anómalas (a menudo más líquidas y a veces grisáceas) y pelaje opaco. El diagnóstico puede establecerse mediante análisis de heces y de sangre. La terapia incluye, entre otras cosas, inyecciones de vitamina B12, y el perro debe recibir de por vida una alimentación altamente digestible y baja en grasa, como Royal Canin Gastro Intestinal Low Fat, Hill’s Canine i/d Low Fat o Vetality Gastrointestinal Low Fat. Por último, también se deben añadir de por vida enzimas pancreáticas al alimento para suplir la función del páncreas. Esto puede hacerse con productos como Zymoral, Zymosan o Vetplus Lypex.
La parte endocrina o secreción interna
La parte endocrina es necesaria para un buen metabolismo del azúcar. Está formada por los islotes de Langerhans, donde se producen principalmente las hormonas insulina y glucagón. Estas hormonas se liberan a la sangre según el nivel de glucosa. Cuando la glucemia es baja, se libera glucagón para estimular al hígado a liberar glucosa; cuando la glucemia es alta (justo después de la comida) se libera insulina para almacenar la glucosa.
Diabetes mellitus
Cuando el páncreas no produce suficiente insulina, aparece la diabetes. Sin insulina, la glucemia permanece alta y la glucosa se excreta de nuevo por la orina. En las perras no esterilizadas la diabetes se ve con más frecuencia. Se observa sobre todo adelgazamiento pese a buen apetito y que el perro bebe y orina mucho. También es más propenso a infecciones urinarias. El diagnóstico se establece mediante análisis de orina y de sangre. El tratamiento comienza con insulina y se prescribe una alimentación adaptada baja en calorías, como Hill’s Canine r/d, Hill’s Canine w/d, Trovet WRD Weight & Diabetic o Royal Canin Diabetic. A menudo es necesario esterilizar a las perras intactas para controlar bien la diabetes.
Pancreatitis o inflamación del páncreas
Esta inflamación puede ser aguda o crónica; en perros la forma aguda es la más frecuente. A menudo se desconoce la causa. Se han descrito relaciones con, entre otras cosas, dietas inadecuadas o ricas en grasa, cirugía abdominal con daño pancreático, tumores y ciertos medicamentos.
Síntomas
En la pancreatitis aguda, los perros suelen presentar signos muy graves: no tienen apetito, sufren vómitos o náuseas, dolor abdominal intenso, debilidad y heces anómalas. En problemas crónicos de páncreas los signos son menos llamativos: apetito reducido, dolor abdominal ocasional, heces anómalas y apatía.
Diagnóstico
El diagnóstico suele basarse en el cuadro clínico, complementado con análisis de sangre y pruebas de imagen con ecografía (o radiografía).
Tratamiento
El tratamiento depende de la gravedad de los signos y de si se trata de una pancreatitis aguda o crónica. En formas agudas es necesario administrar abundante fluidoterapia intravenosa, combinada con analgésicos, medicación contra vómitos o náuseas y, a veces, antibióticos. Además, a menudo se prescribe una dieta adaptada baja en grasa, del mismo tipo que en la EPI. Se recomienda mantener a los perros de por vida con este tipo de alimento y, para apoyar el páncreas, añadir de por vida enzimas pancreáticas al alimento (véase EPI). Esto también se aplica a la pancreatitis crónica. Si queda daño permanente en el páncreas, pueden aparecer complicaciones y los perros pueden desarrollar EPI y/o diabetes.
¿Tienes preguntas sobre los problemas de páncreas en el perro? Contacta con nuestro veterinario por correo: veterinario@medpets.es.